martes, 21 de abril de 2015

Monsieur G.A. en X

Periódicamente recomiendo este libro, y hoy vuelve a tocar.

Monsieur G.A. en X, de Tibor Déry.

Como hablo de memoria, ahora no recuerdo si este señor era húngaro o polaco. Me suena que húngaro.

Es un libro crítica de esos en que pasan cosas que se supone tienen paralelismos con la realidad de manera que nos hagan pensar y bla bla. Pero no. o sea, sí, pero no.

Soy muy fan, de siempre (quien me conozca solo un poco podrá corroborarlo, preguntad por ahí) del humor absurdo. No sé si fino, grueso, inteligente o tonto, pero el humor absurdo me puede. Monsieur G.A. en X tiene mucho humor absurdo. Pero también, y esto es mucho más raro, drama absurdo. Dramón absurdo, incluso. Y romance absurdo.

En realidad no estoy seguro de que sea humor absurdo, ni que realmente pretenda nada más allá de las obvias críticas satíricas. Pero me ha hecho reír, y mucho.

Resumiéndolo mucho, Monsieur G.A. es un señor que va a un sitio que llama X. X es una ciudad perdida en medio de un campo desolado, que está en medio de un vertedero, en medio de un desguace y que es una ciudad absurdamente feliz y decadente, donde prácticamente todas las normas de la sociedad dejan de existir, o nunca han existido, o existen pero están al revés de como las conocemos. Bueno, todas menos la cortesía. En X todo el mundo es cortés.

X está al revés pero, a pesar de eso, sientes a medida que leyes y te adentras en lo absurdo de X, que en realidad todo en X tiene sentido y que somos los de fuera los que lo estamos haciendo mal.

Monsieur G.A. en X no es una lectura sencilla ni ligera. Hay que coger el libro como G.A. se lanza a la aventura de visitar X: sin saber lo que se te viene encima pero dispuesto a conocerlo. Desde luego, no es un libro para todo el mundo. Cuesta. Cuesta arrancar, cuesta entenderlo y cuesta mucho quedarse con él. En ese sentido es perfecto: me cuesta imaginarme recorriendo las calles de X y no queriendo salir corriendo de allí para no volver nunca más.

Pero una vez has entendido de qué va el libro y acompañas a G.A. en su recorrido de X, y vas conociendo nuevas facetas de la vida allí, es difícil dejarlo.

¿Que dónde lo encuentras? Sinceramente, ni idea. Yo encontré una edición de 1970 en un puesto callejero, por 2 o 3 euros, y es una de las mejores compras literarias que he hecho en mi vida (esta edición: http://www.abebooks.com/Monsieur-G.A-X-Tibor-Dery-Luis/9182303470/bd , si os hace, ahora mismo tienen 3 ejemplares).

¿Que te va a gustar? No tengo ni idea. En mi experiencia a todo al que se lo he dejado, lo ha devorado y le ha encantado. A mi me apasiona, y lo habré leido cuatro o cinco veces en los últimos diez años.

Para mi, que me conozco, basta decir que es uno de los pocos libros que me han movido a escribir sobre él.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Post que alguno tacharía de demagógico

Volviendo de comer un compañero se ha puesto a fumarse un cigarrillo. Por no se bien qué motivo me ha dado por contar las colillas en los ceniceros/areneros de la puerta del edificio, y me ha salido alrededor de 110 colillas (sin contar las de los fumadores que se van enfrente y los tiran por la rejilla al aparcamiento).

110 colillas, a una media de 10 minutos, me salen 1100 minutos. Dejémoslo en 1000 por ser menos demagogo.

Inciso: sé lo que significa demagogo y NO es lo que estoy siendo, pero en fin,...

1000 minutos son 16 horas y pico. Olvidemos el "y pico".

16 horas son dos jornadas/persona.

O, dicho de otra forma, entre las cuatro empresas del edificio están pagando dos sueldos completos para que los fumadores fumen.

Igual son cosas mías, pero ¿no deberían las tabacaleras subvencionar eso con una aportación adicional a, por poner un ejemplo, la Seguridad Social?

Extrapolando (de una forma nada científica) los datos anteriores, por cada empresa se va medio sueldo anual en pagar a los fumadores. Digamos un coste laboral por individuo de, por poner una cifra redonda, 20000 euros anuales. Por cada empresa del país las tabacaleras deberían aportar 10000 euros a las arcas de la seguridad social.

miércoles, 21 de enero de 2015

3 series de comics que lo petarían

Hay varios comics que no entiendo que no adapten a series (no cine: series). Requisitos fundamentales: series cerradas y fieles a la historia. Nada de "jostis, mira qué bien, vamos a alargarla".

Midnight nation.
Pedazo de colección, y pedazo de serie saldría. Además, de esas que se llevan tanto ahora: rollo los personajes yendo de un sitio a otro en una especie de viaje personal y emocional que les lleva a un sitio. Sólo que, al contrario que con Walking dead o Revolution, esta historia de verdad sí lleva a algún sitio. Además, el rollosobrenatural de Midnight nation es bastante original y, bien llevado, sería de mucho susto, no como Walking dead, que los muertos dan entre risa y pena.

(comentario aparte: en Wlaking dead los protas son muy tontos. Mu tontos, mucho. Mu tontos)

The Question
Una "miniserie" de una o dos temporadas, o dos medias temporadas de 9-10 episodios, que también están de moda. Podrían ambientarla en el mismo mundo de Arrow y nos mostrarían a un héroe que también pierde. El punto original (ay, SPOILERS) sería que... bueno, el contrapunto frente a Arrow y Flash. Una primera temporada o mitad nos enseñaría la primera parte de la historia de Question, con Sage tomándose la cosa como una afición y acabando con él medio muerto en el hospital. En vez de visitarle Batman en el hospital podría visitarle Arrow, y todo, y soltarle la charla.

En la segunda parte tendríamos a Question desesperado, luchando contra la ciudad que se viene abajo, con flashbacks de su entrenamiento.

100 Balas.
Qué decir de 100 balas. Tiene todo lo que una buena serie de intriga puede ofrecer o le puedes pedir. Ultraviolenta, con un misterio que aclarar a la audiencia y que cuando se resuelve no era para tanto pero te engancha con una trama que gira y gira... Además, el formato de la colección da para mucho juego con el mismo estilo de la serie. Podría parecer que cada episodio o par de episodios te cuentan cosas distintas, historias diferentes, sin relación entre sí, jugando con los estilos visuales...

Mención especial: JLI. La de Giffen y DeMatteis. En formato sitcom. ¿Una sitcom con Batman, Green Lantern, Canario Negro y toda la pesca? ¡COMPRO!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un cuento de Navidad


Aquella maravillosa mañana de domingo primaveral en realidad había caído en miércoles, en pleno Diciembre, y era la noche antes de Navidad. Los elfitos de Papá Noel celebraban otro día de fiestas, alegría y jolgorio generalizado y, sin dejar de atender sus élfiticas jocosas tareas y alegres responsabilidades navideñas, se lo pasaban pipa, como todos y cada uno de los días de sus vidas laborales al servicio de Papá Noel.
- ¡Ji ji!
- ¡Ja ja!
- ¡Eh, chicos! ¿Alguien sabe qué hay de comer hoy? –preguntó el elfito Felicísimo con su común voz chillona de elfito.
- ¡Caramelos, chocolatinas, churros glaseados y panetones de guarnición! –le respondió alborozado el elfito Meloso, con su también voz chillona.
- ¡Jo, otra vez cosas ricas para comer! ¡Siempre las mismas ambrosías! –intervino, protestón, con su chillona voz, el elfito Gozosito.
 
En ese momento, les interrumpió el sonido del teléfono. ¡Oh, ilusión navideña, era el teléfono de Servicio de Atención a los Niños!
 
- Polo Norte, soy Alegrito, ¿en qué puedo ayudarte?
- Quiedo mi pelotita doja.
- ¿Disculpa, con qué niño hablo?
- Zoy Admandito.
- Hola, Armandito, un momento, que te paso con el departamento Niños Buenos Service –en realidad siempre pasaban con Niños Buenos, pero a los niños les hace ilusión que les digan que son buenos.
- Jolinez, he eztado hablando ya con elloz y me dijiedon que hablada con ezte númedo…
- Lo zient… perdón, lo siento, Armandito, pero es que eso lo tienen que llevar ellos, un momentito nada más.
- Puez vale.
 
Tras un momento de espera con música navideña, pasaron al pequeño Armandito con el Niños Buenos Service.
 
- Niños Buenos, hablas con Sonrisitas, ¿qué puedo hacer por ti?
- Quiedo mi pelotita doja.
- ¡Ay, qué bien, una pelotita roja! ¿Y quién eres?
- Zigo ziendo Admandito –respondió Armandito, un poco ya hartito.
- ¿Y tienes tu número de pedido?
- Tengo mi cadta a los Deyez.
 
Silencio incómodo.
 
Sonrisitas puso el mute "un momento, Armandito" ("¡Jopelinez!") y llamó a su jefe directo, el Niños Buenos Manager, el elfito Brinquitos.
 
- ¿Qué pasa? Preguntó Brinquitos, un elfito con muchos años de experiencia en el negocio de la Navidad.
- Tengo a un niño que quiere su pelotita roja, pero es que el pedido lo ha hecho con otra gente.
- ¿Con quién?
- Eh… los Reyes Magos
 
Una expresión de fastidio cruzó por un momento la cara de Brinquitos (que dejó de sonreír muy exageradamente, como hace normalmente, para sonreír de una forma sólo moderadamente exagerada).
 
- Ah. Esos.
 
Sin embargo, detectando ahí una oportunidad comercial, le pidió a Sonrisitas que le pasara la llamada a su banco de juguetero. Fue (dando saltos, brincos y, en general, pirueteando) hasta su banco de juguetero y allí cogió la llamada.
 
- Hola, soy Brinquitos, me dice mi compañero Sonrisitas que quieres una pelotita roja, ¿verdad?
- Zi.
- La cosa es que la pelotita roja la has pedido a los Reyes Magos, no a Papá Noel.
- Da igual. ¡¡Quiedo mi PELOTITA DOJA!! –Armandito estaba ya más que un poco harto, y acompañó esta reclamación con una serie de interjecciones que, estamos seguros, no aprendió de papá y mamá, y que en circunstancias menos estresantes, le hubieran puesto de cabeza en la lista de niños malos.
- Bueno, bueno, no te preocupes. Mira, lo que voy a hacer es pasar tu pedido al departamento de Juguetería de Cosas Redondas, y si les quedan pelotas rojas, te la preparan, la pasan a Papel Chillón y Empaquetado, y luego ya Transportes se encarga de que suba al trineo. ¿Vale?
- No zé.
- Verás cómo sí. Lo que voy a necesitar es que me pases una cartita… ya sabes, por control de calidad, y eso, pero en lo que me la mandas (es decir, en lo que se la mandas a Papá Noel), yo ya voy gestionándotelo todo, ¿vale?
- El año pazado ya le mandé una cadta al goddo pidiendo mi pelotita doja y me puzo un badco vedde…
- Ah, no, eso ya lo llevan los elfitos del departamento de reclamaciones, ¿sabes? Mira, yo voy a ir pasando tu pedido a los de JCR, y verás cómo si te llega, Papá Noel te lo deja por la chimenea.
- Dadiadod.
- ¿Ah, tienes radiador? Entonces esto lo lleva otro departamento…

-CLIC-

lunes, 13 de octubre de 2014

EarlQuest

En mi desafío personal de 12 meses 12 juegos estoy, para este mes, haciendo trampas.

Básicamente, es un hackeo de HeroQuest Cero (HQ0: HeroQuest sin aniversarios) para poder jugarlo sin máster.

Lo peor de la desmasterización de HQ (que llamaré EarlQuest a partir de ahora, EQ) no es desmasterizarlo tal cual (eso es fácil: es añadir el paso de robar cartas de mostros y unas reglas sencillitas para moverlos).

No.

Lo peor es que quiero "HeroQuestizar" los mostros (y héroes) de Descent para poder combinar los juegos.

O, básicamente, en realidad se trata de heroquestizar Descent para jugarlo con sus dados (que son más sencillitos de usar para jugarlo con niños) y aprovechar las mil opciones de los tiles de Descent.

Los pasos que pretendo dar para esto:

- deshacer lo hecho hasta ahora, porque resulta que fue improvisado y no funciona.
- redactar e insertar las reglas para el turno de los mostros.
- redactar las cartas para los mostros de HQ y así tener EarlQuest.
- heroquestizar los mostros (y héroes) de Descent y así tener ya EarlQuest Avanzado.
- heroquestizar la magia y el equipo mágico y tal de Descent para tener EQ completo. O EarlQuest Avanzado 2.

Los tres primeros pasos son los más sencillos, y próximamente en sus pantallas.